domingo, 2 de enero de 2011

Voces

Cerrad los ojos. Ahora escuchad a Robert de Niro en versión original. Es decir, el Robert de Niro de verdad. Seguid con los ojos cerrados. Ahora escuchad a Robert de Niro en castellano con la voz de Ricardo Solans. No es Robert de Niro, pero el personaje se expresa con una musicalidad conocida y un léxico y una gramática que nos resultan familiares.

Se ha escrito mucho a favor y en contra de una cosa tan inmaterial como el doblaje. De hecho, ahora está en boca de todos (valga la redundancia) por la políticamente correcta pero poco práctica ley del doblaje de películas en catalán.

En contra se argumenta que el doblaje entró en España (desde Barcelona) en época de Franco, que era un instrumento más de la censura y que estupidiza al personal porque no aprende idiomas a la vez que disfruta de la versión original, con todos los matices interpretativos de los actores. A favor, el hecho que no todo el mundo puede leer subtítulos a una velocidad bastante rápida para disfrutar de la película (gente mayor y niños, por no hablar de los ciegos que no dominan el coreano). Otros países también doblan (Francia, Alemania, Inglaterra...), pero, claro, solamente nos fijamos en los otros países cuando más nos interesa.


Como todo, unos y otros tienen razón. Todo el mundo tiene derecho a escoger si quiere ver (y escuchar) una película en versión original o en versión doblada. Pero... ¿alguien ha pensado que ver películas dobladas al catalán puede ayudar a la supervivencia de este idioma? El "control de calidad" del doblaje en catalán es muy estricto (no tanto como el doblaje en castellano, por cierto). Por lo tanto, se supone que el doblaje también puede servir para "practicar" idiomas, nuestro propio idioma. Pero, claro está, este es otro debate. ¿O no?

(adaptado de la revista Nexe)

* Para más información sobre el doblaje vale la pena visitar el blog de José María Gómez y, en particular, este post: http://jmgomezlocutor.wordpress.com/2010/09/28/informacion-sobre-doblaje-en-espana/