domingo, 24 de julio de 2011

El milagro de Internet

Muchas veces me pregunto cómo se las apañaba un traductor antes para hacer bien su trabajo. ¿Cómo contactaba con compañeros nativos para que le resolvieran dudas al momento, algo que ahora nos facilita Skype, por ejemplo, o un chat tipo msn?



¿Dónde acudía para comprobar referencias intertextuales que no encontraba a su alcance en una biblioteca local? Con lo fácil que es ahora buscarlo en Google o en youtube y obtener, además, los resultados al momento.


¿Cómo estaba en contacto con gente del gremio?



¿Y cómo podía mantenerse informado y al día de todo lo que sucedía a su alrededor?


La verdad es que yo no sabría qué hacer si esto pasase. Si ya me da un colapso cuando no me funciona internet, temo imaginar cómo sería mi trabajo sin todas estas herramientas. Ahora bien, tengo que reconocer que cuando cae la conexión, mi rendimiento aumenta exponencialmente. ¿Por qué será? :)

Y, a pesar de todo, estoy segura de que estos carteles serán algún día realmente vintage... A saber qué nos depara el futuro.

viernes, 8 de julio de 2011

Bendito doblaje

El anuncio de que las Majors volverán a doblar al catalán, me ha recordado un par de pifias de doblaje que me hacen bastante gracia.

La verdad es que, hasta que no lo estudié en el Master de traducción audiovisual no fui realmente consciente de lo que supone doblar. Piensas que es traducir tal cual, adaptar un poco y poco más. Sin embargo, tiene mucha miga porque si quieres conservar la magia del cine, que el espectador realmente crea que ve la película en su idioma, tienes que prestar mucha atención a la sincronía y a la vocalización.

Una de las cosas más difíciles, al menos para mí, es la "traducción" de las temidas labiales y bilabiales.
Cuando los labios del actor se cierran para pronunciar una "m", una "b" o una "p", por ejemplo, debes encontrar palabras o expresiones en español que también las contengan. A veces, ambas lenguas coinciden, como en "apple" y "manzana" ("p" y "m") pero no siempre sucede así.

Otra dificultad es el gesto. No en todas las culturas hay los mismos gestos y aún menos para expresar lo mismo. Solo hay que pensar en la cultura italiana, y otras mediterráneas, en las que la gestualidad está muy arraigada. Estos gestos visuales también dan información y hay que trasladarlos a la traducción.

Un ejemplo es el consabido gesto de la "L" de los angloparlantes (su ridiculizante loser). Si un actor hace esto en pantalla y, no contento con eso, además también lo dice, habrá que buscar una palabra en español que sea un insulto y empiece por "l", ¿obvio, no? Pues en Papá canguro (Daddy Day Care, 2003) no lo fue tanto. Se dobló como "fracasados" y canta como una almeja. Lo veréis a partir del 01:20.




No sé, a mí se me ocurren por lo menos dos insultos con "l": lerdo y lelo.

Además no hay que olvidarse que, muchas veces, el espectador "culpa" al traductor cuando algo chirría aunque, en realidad, son muchas las personas que intervienen en el proceso de doblaje:


El texto que entrega el traductor de doblaje luego pasa a un adaptador (a veces son la misma persona, pero no es lo más habitual) y al director de doblaje. En estos dos pasos es posible que haya cambios de los que el traductor no sea consciente.

A pesar de todo esto, a veces se dan pifias como veréis en el fragmento de St. Elmo, punto de encuentro (St Elmo's Fire, 1985), a la que aún no le encuentro explicación (a partir del 00:13).



Sí, "love sucks" pero, en español, "el amor chupa" no significa nada. En todo caso, "el amor es un asco", "el amor es una mierda"... pero lo de chupar, mejor dejarlo para otra ocasión.

Evidentemente el proceso es mucho más complejo pero tampoco pretendo hacer un simposio :)
Y vosotros, ¿recordáis algún doblaje que os haya llamado la atención?