martes, 27 de septiembre de 2011

El vacío

Después de un año de combinar dos trabajos y estudios -y aunque oficialmente no he recibido la nota final- he terminado el Master de Traducción Audiovisual. Al menos el proyecto final está entregado. Alea jacta est.


Ahora, ante mí, solo vacío. Sí, he aprendido muchísimas cosas, he conocido a gente interesante del ramo y creo que me he profesionalizado más pero, ¿ahora qué? ¿Qué pasa a partir de aquí?
Evidentemente uno no se convierte en traductor audiovisual de la noche a la mañana y lo sé porque me pasó lo mismo tras terminar el Postgrado de Traducción Literaria.

Me entristece no poder entrar de lleno en algo que ahora he descubierto me apasiona. No me malinterpretéis, me encanta traducir y oye, para ganarse la vida es tan lícito encargarse de un contrato mercantil como de un manual técnico, pero donde esté una película, ya sea mediante subtítulos o el doblaje, que se quite lo demás.

En fin, supongo que habrá que esperar, seguir enviando CVs e insistiendo. Cruzaremos los dedos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario