sábado, 12 de junio de 2010

Al inglés el inglés, y al español el español

No es nada nuevo, lo sé… pero creo que últimamente va a peor. Soy amante de la lengua inglesa, leo en inglés siempre que puedo y hago lo propio con las películas pero de ahí a salpimentar el español con él, no.

Estos días nos inundan los leggings, que no las mallas (las que llevábamos de peques las de mi generación junto con camisetas de algodón de propaganda), llevamos stilettos o pumps y no zapatos de tacón, en verano nos atrevemos con los shorts y si la camiseta lleva sequins (lentejuelas no, que queda anticuado), mejor que mejor.

Y no solo la ropa es la víctima, si no que empieza a extenderse a la comida también. Lo japonés vende y ahora podemos encontrar en diversos restaurantes platos de noodles (que no udon, curiosamente). Y, a los que nos gustan los dulces, nos da por comer cupcakes, cookies o muffins, que no pastelitos, galletas o madalenas… al parecer si son inglesas o americanas saben mucho mejor.

Enriquezcamos la lengua, sí, que vivan los neologismos también, pero no con palabras que ya existen en nuestra lengua.

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